Construido entre 1839 y 1842, el Mercado del Este ocupa 2.600 metros cuadrados de la nueva ciudad que surge tras el relleno de la zona este de Santander, conocida por el Ensanche, que ocupaba desde la plaza del Príncipe a Puerto Chico.
Santander era a mediados del siglo XIX una ciudad cosmopolita, gracias a la pujanza de su puerto y a su tráfico mercantil con América. Desde el siglo anterior, el crecimiento de la capital fue constante y así su expansión urbanística necesitó recuperar terreno al mar hacia el este, zona sobre la que se proyectó un ejemplar ensanche.
En 1839, ante la necesidad de ordenar y sanear los lugares de comercio de perecederos, se redacta un ambicioso plan municipal de mercados. El alcalde López Dóriga, encarga a don Antonio de Zabaleta, una de las figuras más relevantes de la arquitectura española del siglo XIX, el proyecto y la supervisión del citado plan.
Nacido en Madrid en 1803, Zabaleta se formó en la Academia de San Fernando y completó sus estudios en París y Roma entre 1823 y 1836. En 1838 accede a la plaza de arquitecto convocada por el Ayuntamiento de Santander. Realizando esta función permanece en la ciudad hasta 1842. Durante este tiempo proyecta importantes obras, como la Casa de los Arcos de Botín en la Plaza de Pombo, los mercados del Este y Atarazanas, el Puente de Vargas, la nueva Pescadería y, años después, ya con residencia en Madrid, la Iglesia de Santa Lucía.